CHURROS
CASEROS PERFECTOS
Después de haber probado distinta recetas de elaboración de churros sin obtener ningún resultado favorable, por fin, y de casualidad, encontré la receta perfecta. El sabor y la textura, excatamente igual a la de los churros que compramos en las churrerías de toda la vida.
En anteriores ocasiones, la forma de los churros era tal y como debían ser, pero el sabor no tenía nada que ver con el de los churros y la textura un verdadero palo. Ahora ya puedo disfrutar de los auténticos churros hechos en casa. Además, una vez dada la forma a los churros, podemos guardarlos en la nevera y freírlos al día siguiente sin que pierdan absolutamente ninguna propiedad.
Esta vez los he hecho ayudándome de una manga pastelera, pero si teneis churrera, el trabajo se simplifica.
INGREDIENTES:
300 ml agua mineral
250 grs harina de fuerza
Una cucharita de sal
1 cuchara de aceite oliva
100 ml agua extra
Azúcar para rebozar
Aceite de oliva para freír
(Una cucharita de vinagre opcional)
PREPARACION:
Ponemos en una cazuela el agua con la cucharada
de aceite y la sal. Cuando hierva añadimos la harina de golpe y removemos con
el fuego apagado hasta que se vaya separando de las paredes. Volcamos en la
encimera y amasamos con las manos con cuidado de no quemarnos. Dejamos reposar
la masa 30 minutos.
Transcurrido el tiempo, añadimos los 100 ml de
agua cucharada a cucharada hasta conseguir una masa densa como un puré espeso.
Llenamos la manga pastelera con boquilla de
estrella con la masa y sobre un papel de horno vamos formando los churros.
Calentamos mucho aceite en una sartén y cuando
esté bien caliente vamos friendo los churros de pocos en pocos y los doramos
por ambos lados. Los sacamos a un plato con papel absorbente y espolvoreamos
con azúcar.