Colocamos una rebanada de pan de molde sin
corteza. Untamos la superficie con queso crema. Colocamos otra rebanada de pan,
untamos con queso crema y ponemos encima láminas de queso fresco. Otra capa de
pan untada con mayonesa y encima láminas de pepinillo. Nueva capa de pan untada
con queso crema y encima salmón ahumado.
Envolvemos en papel film bien preto e
introducimos en la nevera unas horas para que se compacte.
Sacamos y cortamos en 9 trozos. Pinchamos cada
trozo con un palillo y servimos.
Se baten a punto de nieve las claras y se les
añade la mitad del azúcar cuando estén casi totalmente montadas. Les añadimos
el colorante rojo hasta conseguir un tono intenso.
Las yemas se baten con el resto del azúcar y la
cucharita de cacao. Se añaden a las claras montadas removiendo todo bien con
movimientos envolventes. Se añade la harina junto con el cacao tamizado y se
mezcla despacio con una cuchara de madera con movimientos envolventes.
En la placa del horno ponemos papel antiadherente
y en ellos se extiende la masa uniformemente.
Precalentamos el horno y metemos la placa en la segunda altura del
horno por arriba. La temperatura será de 180 grados y la duración unos 10-12
minutos.
Se saca y se desmolda con cuidado sobre un paño
quitándole el papel. Se enrolla el paño con la masa teniendo mucho cuidado de
no romperla y se mantiene para darle forma.
Se retira el paño y se rellena con la crema de
queso.
Crema de queso: Batimos bien la mantequilla a
punto pomada con el queso crema. A continuación incorporamos el azúcar glas y
continuamos batiendo. Una vez tenemos la crema uniforme y suave, la expendemos
sobre la capa de bizcocho y lo enrollamos.
Decoramos con crema queso formando una flor y
encima ponemos media guinda.