Se desalan los trozos de bacalao
según su grosor. Una vez desalados se quita el agua que les sobra empapándolos
con un paño.
En una sartén freímos la cebolla cortada en tiras finas. Una vez
bien pochada le agregamos un poquito de pimentón dulce. Rehogamos y añadimos
medio vasito de vino blanco. Dejamos cocinar unos minutos y reservamos.
Ponemos aceite en una sartén y freímos el pimiento rojo y verde
cortado en tiras finas. Salamos y una vez fritos retiramos y reservamos.
En este mismo aceite de haber frito los pimientos, freímos los
trozos de bacalao previamente pasados por harina. Se sacan a una fuente y se
reservan.
Cortamos las patatas peladas en rodajas finas, las salamos y las
pochamos en abundante aceite. Una vez fritas y blanditas, las colocamos en la
base de una fuente de horno. Encima ponemos los trozos de bacalao frito y sobre
ellos la cebolla con el aceite de pimentón. Por último colocamos encima las
tiras de pimiento fritas.
Precalentamos el horno a 200 grados e introducimos la fuente a
media altura unos 15 minutos a 180 grados.
En
un recipiente mezclamos la almendra molida con el azúcar glas y la
clara de huevo. Amasamos bien para dejar una masa fina. Partimos la masa en 5 o
7 porciones, dependiendo de los colores que vayamos a usar. Dejamos una de las
porciones sin añadirle color y le agregamos coco rallado. Amasamos muy bien y
guardamos envuelto en film.
Cogemos
otra de las porciones y le añadimos color rojo y ralladura de naranja. Amasamos
muy bien y envolvemos en film.
Otro
trozo lo coloreamos de amarillo y le añadimos ralladura de limón. Reservamos
La
siguiente porción la mezclamos con café soluble y amasamos para integrarlo muy
bien.
El
resto de porciones podemos colorearlas con azul, verde o morado y ponerles el
sabor que deseemos.
Para hacer las figuritas, cogemos
una porción de masa de coco y hacemos un cono pequeño con ella. Lo hacemos
rodar por la encimera para dejarlo bien liso. Cogemos masa de otro color y
hacemos lo mismo, pero esta vez presionaremos con un dedo la base para hacerle
un hueco que superpondremos en el cono de coco para formar el capirote. Con un
palillo le hacemos dos agujeritos simulando los ojos y podemos decorarle la
parte del cuerpo con tiritas de masa de color formando cruces, botones, cordones,
etc e incluso hacerles una capa con un trocito rectangular de masa.
Cada cofrade podemos hacerlo
combinando los colores que queramos.
Por
cada 100 gramos de harina pondremos 1 huevo entero, una pizca de sal y una
cucharada de aceite.
Relleno:
300
grs. Espinacas (muy escurridas)
50
grs. Queso parmesano rallado
200
grs. Queso ricota o requesón (muy escurrido)
Nuez
moscada
Sal
Pimienta
molida
Piñones
PREPARACION:
Para
el relleno podemos cocer las espinacas y escurrirlas muy bien o bien saltearlas
directamente en una sartén con un poco aceite. Las picamos y la juntamos con el
queso ricota, el parmesano y la nuez moscada. Dejamos enfriar bien el relleno
en la nevera.
En un recipiente ponemos los ingredientes de
la masa y amasamos bien hasta hacer una bola de masa que no se pegue. Amasaremos
durante 10 minutos. Si vemos que se pega un poco, añadimos un poco más de
harina ya que dependiendo de lo grandes que sean los huevos, habrá que poner un
poco más o menos.
Dejamos
reposar media hora la masa en la nevera tapada con papel film y luego
extendemos la masa con el rodillo hasta dejar una plancha muy fina. Si vemos
que se nos pega un poco, espolvoreamos harina en la encimera.
Partimos
la masa en dos partes y extendemos con ayuda del rodillo y harina, una de las
bolas hasta dejarla muy finita. Haremos lo mismo con la otra bola de masa
intentando que sean del mismo tamaño. Taparemos una de las masas que hemos
extendidos hasta que la utilicemos, ya que si no, se nos secaría.
Vamos
colocando montoncitos de relleno separados unos de otros encima de la masa bien
finita. Humedecemos con agua las zonas sin relleno y colocamos la otra lámina
de masa encima. Presionamos con las manos para juntar las láminas por donde
habíamos humedecido con agua. Procuraremos que no quede aire dentro de los
raviolis. Presionamos bien los bordes para que queden unidos y no se salga el
relleno. Con un cuchillo o un cortador rizado para raviolis, vamos cortándolos
y dejándolos sobre un paño enharinado. Dejaremos secar los raviolis un poquito.
En
una cazuela ponemos abundante agua a hervir con sal y una chorradita de aceite
y cuando hierva añadimos la pasta. La coceremos unos 10 minutos. Escurrimos y
apañamos al gusto. (Con tomate, pesto, salsa roquefort, etc.)
También
podemos congelarlos una vez hechos y secos poniéndolos extendidos para que no
se peguen unos con otros. Una vez congelados los podemos juntar en una bolsa de
congelación y mantenerlos en el congelador bastante tiempo. A la hora de
sacarlos, los dejaremos fuera del congelador una media hora y los coceremos en
agua hirviendo.