Se pelan las patatas
y se trocean. En una sartén ponemos abundante aceite y en él freímos las
patatas con sal a fuego mediano para que se hagan por dentro. Una vez están
blanditas, subimos el fuego para que se frían por fuera y queden crujientes.
Las sacamos a un plato con papel absorbente.
Las presentaremos en un plato con mayonesa por encima,
kétchup y tabasco al gusto.
Ponemos a remojo en
agua las lentejas la noche anterior.
En la olla ponemos una chorradita de aceite y añadimos la
cebolla troceada junto con el pimiento y la zanahoria también troceados.
Incorporamos 1 diente de ajo laminado y salamos. Dejamos que se refría todo y a
continuación agregamos media cucharita de pimentón. Removemos y vertemos una
chorrada de tomate frito casero. Seguimos removiendo. Incorporamos las lentejas
y la hoja de laurel y cubrimos de agua sobradamente ya que al llevar arroz
necesitan más caldo.
Dejaremos que cuezan suavemente unos 45 minutos si son
lentejas castellanas o 15 si son pardinas.
Una vez cocidas condimentamos de sal.
Veinte minutos antes de comer ponemos a hervir otra vez la
cazuela con las lentejas y añadimos 2 puñaditos de arroz, por lo que tendrá que
haber caldo suficiente. Dejaremos que cueza 18 minutos.
Mezclamos la almendra molida con el azúcar glas y la tamizamos
dos veces a través de un colador para dejarla bien finita. Le añadimos los 45
grs. de claras y formamos un mazapán mezclando bien los ingredientes. Añadimos
el colorante y mezclamos. Reservamos tapada con film para que no se seque.
Poner a cocer en un
cazo los125 g.
azúcarjunto con
los 35 g. de agua y 3 gotas de zumo de limón para que no cristalice (almíbar).
No debemos remover el almíbar mientras se hace. Comprobaremos que tenemos el
almíbar hecho cuando introduzcamos en él una arandela a modo de burbujero y
soplando a través de la arandela podamos formar una burbuja. Cuando el almíbar
llegue a punto de hebra fuerte (aprox. 2 minutos hirviendo no fuerte) ponemos a
montar en la batidora los 50 g. de claras y cuando estén montadas a punto de
nieve vamos añadiendo el almíbar caliente en forma de hilo sin dejar de batir
hasta formar el merengue. Podemos añadir el colorante cuando tengamos el
merengue montado y batimos otro poco para que se integre. El merengue ha de
quedar a punto de pico de pato fuerte, es decir, que cuando levantemos las
varillas quede el merengue como un pico que no se baje. Le incorporamos el
colorante.
Añadimos el merengue
al mazapán que teníamos reservado y mezclamos con movimientos envolventes hasta
conseguir un punto de cinta que al caer lo haga lentamente y quede como una
cinta plegada y el dibujo desaparezca poco a poco.
Preparar la placa
de horno con papel antiadherente y coger la manga pastelera con una boquilla redonda y
rellenarla con la masa de macaron.
Dosificar la masa de
macaron con la manga colocándola verticalmente sobre el papel de horno y
presionando sin mover para dar forma al
macaron y una vez hechos todos golpeamos la placa sobre la mesa para conseguir que
salgan las burbujitas de aire que pudiera tener la masa dentro.
Los dejamos secar
hasta que podamos tocar su superficie y esté completamente seca. Si queremos
acelerar el proceso de secado podemos introducir los macarons en el horno a 30
grados de temperatura hasta que la superficie esté seca.
Precalentamos el horno a 155 grados e introducimos la placa
en la segunda altura por abajo unos 15 minutos bajando la temperatura a 150
grados. Depende del tamaño del macaron. Una vez horneados los sacamos y sin
tocarlos, los dejamos enfriar sobre una rejilla con el mismo papel de horno.
Una vez fríos y duritos, los rellenamos con la butter cream
de café ayudándonos de una manga pastelera con boquilla rizada.
Butter cream:
Para hacer la butter cream de café ponemos en un bol la
mantequilla a punto pomada y comenzamos a batirla. Añadimos el café disuelto en
el ron y continuamos batiendo. Por último añadimos el azúcar glas poco a poco y
batimos hasta formar la butter cream.
Los dejamos en un recipiente hermético en la nevera.
Es preferible comerlos pasadas 24 horas para que alcancen su
textura perfecta