MACARONS CON MERENGUE SUIZO
INGREDIENTES:
Colorante
75 grs. Harina de almendra
75 grs. Azúcar glas comprada
66 grs. claras huevo
60 grs. Azúcar normal
Rellenos:
Butter cream de arándanos
Butter cream limón
PREPARACION:
Mezclamos
la almendra molida con el azúcar glas y la tamizamos dos veces a través de un
colador para dejarla bien finita.
Ponemos
las claras en un bol y les añadimos el azúcar normal. Colocamos el bol encima
de una cazuelita con dos dedos de agua y la ponemos al fuego. Con este baño
maría, conseguimos que se disuelva el azúcar. Removemos continuamente y cuando
notemos con los dedos que ya no se aprecia el azúcar, lo retiramos del baño maría.
Ahora
montamos esta mezcla caliente hasta formar un punto de nieve fuerte. Agregamos
el colorante y batimos un poco más. Veremos que al levantar las varillas queda
en el merengue un pico que no se cae.
A
continuación agregamos en tres veces la mezcla de almendra y glas y removemos
con la espátula con movimientos suaves envolventes.
Una
vez añadida toda la mezcla seguimos removiendo hasta conseguir que la crema
caiga de la espátula a modo de cinta. También apreciaremos que los dibujos que
hace la cinta, se difuminan unos segundos después.
Introducimos
la mezcla en una manga pastelera.
Preparar la placa
de horno con papel antiadherente o tapete de silicona y coger la manga pastelera con una boquilla redonda y
rellenarla con la masa de macaron.
Dosificar la masa de
macaron con la manga colocándola verticalmente sobre la silicona y presionando sin mover para dar forma al macaron y una vez hechos todos
golpeamos la placa sobre la mesa para conseguir que salgan las burbujitas de
aire que pudiera tener la masa dentro.
Los dejamos secar
hasta que podamos tocar su superficie y esté completamente
seca. Si queremos acelerar el proceso de secado podemos
introducir los macarons en el horno a 30 grados de temperatura hasta que la
superficie esté seca.
Horno:
Precalentamos
el horno a 170 grados durante 15 minutos.
Introducimos
la placa en la segunda altura por abajo y bajamos la temperatura a 140 grados.
Si
nos quedamos cortos de horneado, no podremos despegarlos y quedarán huecos por
dentro.
La
temperatura baja hace que los macarons queden huecos, pero si es alta, se
colorearan marrones.
Comprobaremos
que están cocidos cuando intentemos mover suavemente el macaron de un lado a
otro y no se mueva.
Depende
del tamaño del macaron. Si vamos a hornear otra
tanda, esperar a que se enfríe la bandeja, si no, los tostaría por abajo.
Una
vez horneados los sacamos y sin tocarlos, los dejamos enfriar sobre una rejilla
con el mismo papel de horno.
Una
vez fríos y duritos, los rellenamos con la butter cream de café ayudándonos de
una manga pastelera con boquilla.
Sabremos
que están cocidos cuando movamos suavemente uno con la mano y lo veamos que no
oscila.