En una picadora ponemos la avellanas, la leche condensada y el
licor de avellanas. Trituramos muy bien hasta obtener una pasta fina.
Montamos la nata a punto de nieve y añadimos un poco a la pasta de
avellanas para homogeneizar texturas. A continuación añadimos el resto de la
nata montada y con movimientos envolventes mezclamos muy bien.
Colocamos la crema en un recipiente y tapamos con film a piel.
Colocamos el tape del recipiente.
Llevamos al congelador unas 6 horas o bien hasta que se congele y
se forme el helado.
En una cazuela ponemos el agua y cuando hierva
incorporamos el azúcar. Removemos hasta que se disuelva.
A continuación añadimos el contenido del sobre
blanco y removemos. Se formará una espuma. Retiramos del fuego y esperamos unos
4 minutos para añadir el sobre de color. Removemos y nuevamente se formará
espuma.
Dejamos reposar hasta que enfríe y metemos en un
frasco hermético en la nevera. Puede conservarse hasta 1 año.
PROPORCIONES:
– En Heladería: Se sustituye el 30% del azúcar común de la receta por azúcar invertido. El azúcar invertido no cristaliza, así que como os he comentado, nuestros helados quedarán más cremosos y ayudará que al congelar no se produzcan esos cristalitos que de lo contrario aparecen habitualmente por la congelación.
– En masas fermentadas (bollería) se sustituye entre un 50-70% del azúcar común de la receta, por azúcar invertido. El azúcar invertido, ayuda a la fermentación de las masas, pero como aporta también humedad, ayuda a conservar en buen estado la bollería por más tiempo, a que no se seque y no se nos quede dura.
– Bizcochos y repostería se sustituye un 20%del azúcar común de la receta por azúcar invertido, y como en la bollería aporta humedad y ayuda a que se conserven por más tiempo jugosos los bizcochos.
Sacamos la fruta del congelador y esperamos unos 10 minutos
a que pierda dureza.
Ponemos unas pocas fresas congeladas en la picadora junto
con el yogur y la sacarina. Picamos bien hasta conseguir formar una crema de
helado. Endulzamos a nuestro gusto. Este proceso lo haremos hasta terminar toda
la fruta.
Servimos o guardamos en el congelador.
Si lo ponemos en el congelador será conveniente removerlo
cada media hora para que no se le formen cristales de hielo.
Ponemos el agua con el azúcar y una chorradita de vainilla en
una cazuelita y cuando hierva lo dejamos 5 minutos. Retiramos y dejamos
enfriar.
Pelamos y troceamos los kiwis. Trituramos la carne de los
kiwis con la batidora y le añadimos el zumo de limón. Batimos con la batidora
para mezclarlo bien. Cuando el almíbar esté casi frío lo incorporamos a la
mezcla batiendo bien todo para que quede una crema uniforme.
Tapamos el recipiente e introducimos en el congelador. Transcurridas
2 horas lo sacamos y batimos bien con batidora. Volvemos a meter al congelador
y batimos cada hora para que no se formen cristales de hielo. Esta operación la
realizaremos 3 o 4 veces.
Para darle un color más intenso al sorbete podemos añadirle
un poquito de colorante alimentario verde.
Ponemos el agua con el azúcar en una cazuelita y cuando
hierva lo dejamos 5 minutos. Retiramos y dejamos enfriar.
Trituramos la carne de mango con la batidora y le añadimos
el zumo. Batimos con la batidora para mezclarlo bien. Cuando el almíbar esté
casi frío lo incorporamos a la mezcla batiendo bien todo para que quede una
crema uniforme.
Tapamos el recipiente e introducimos en el congelador. Transcurridas
2 horas lo sacamos y batimos bien con batidora. Volvemos a meter al congelador
y batimos cada hora para que no se formen cristales de hielo. Esta operación la
realizaremos 3 o 4 veces.
Ya sólo nos quedará presentarlo en copas y decorarlo con rejilla de chocolate.
Ponemos
el agua y el azúcar en una cazuelita y lo tendremos hirviendo unos 10 minutos
para formar un almíbar. Una vez hecho, retiramos la cazuela del fuego y cuando
temple un poco le añadimos el zumo y la ralladura de limón. Volvemos a poner al
fuego y cuando empiece a hervir lo retiramos. Agregamos la leche y mezclamos
bien. Dejamos que enfríe en la nevera y a continuación lo metemos al
congelador. Cuando empiece a congelarse lo sacamos y lo batimos con la
batidora. Le agregamos las claras montadas y mezclamos con movimientos
envolventes. Volvemos a meter al congelador. Pasada otra hora, sacamos y
volvemos a batir. Esta operación la haremos 3 o 4 veces.
Para
elaborar el sorbete, ponemos helado en un bol y añadimos cava al gusto. Cuanto
más cava, más líquido será el sorbete y cuanto menos, más denso y cremoso. La
proporción suele ser: media botella de cava para 1 litro de helado.
Batimos
con la batidora bien la mezcla y servimos en copas inmediatamente.
Las
copas las podemos decorar impregnando el borde con almíbar y untándolas
seguidamente en azúcar para conseguir un borde en la copa bonito y rico.
Ponemos
el agua con el azúcar en una cazuelita y cuando hierva lo dejamos 3 minutos.
Retiramos y dejamos enfriar.
Exprimimos
los limones y colamos el zumo. Lo unimos al almíbar cuando haya enfriado.
Tapamos e introducimos en el congelador hasta que vaya endureciendo. Lo sacamos
y le unimos las claras montadas a punto de nieve. Mezclamos y batimos con
varillas redondas. Volvemos a meter al congelador y batimos cada hora para que
no se forme un bloque. Batimos a la hora de servir en copas con las varillas
redondas de montar.
Lavamos
unos limones y les quitamos un casquete en la parte superior y uno más
pequeñito en la inferior que nos servirá de base. Ayudándonos de un sacabolitas
vaciamos el interior de los limones y reservamos la pulpa para exprimir el
zumo. Reservamos los limones vacíos.
Ponemos
el agua y el azúcar en una cazuelita y lo tendremos hirviendo unos 10 minutos
para formar un almíbar. Una vez hecho, retiramos la cazuela dl fuego y cuando
temple un poco le añadimos el zumo y la ralladura de limón. Volvemos a poner al
fuego y cuando empiece a hervir lo retiramos. Agregamos la leche y mezclamos
bien. Dejamos que enfríe en la nevera y a continuación lo metemos al
congelador. Cuando empiece a congelarse lo sacamos y lo batimos con la
batidora. Le agregamos las claras montadas y mezclamos con movimientos
envolventes. Volvemos a meter al congelador. Pasada otra hora, sacamos y
volvemos a batir. Esta operación la haremos 3 o 4 veces.
Ayudándonos
de una cucharita vamos rellenando los limones con el helado y los colocamos en
un tuper para meterlos al congelador y que acaben de congelarse.
Colocamos las 2 yemas junto con el azúcar en un recipiente y
batimos hasta blanquearlas. Reservamos.
En una cazuela ponemos la leche a calentar y una vez hierva, retiramos. Vertemos poquito a poco la leche en
el recipiente de las yemas y el azúcar y removemos rápidamente para que no
cuajen las yemas. Volvemos la cazuelita
al fuego con toda la mezcla y removemos constantemente. Dejamos unos 10 minutos
a fuego suave, pero que no hierva en ningún momento. Retiramos y le añadimos
una cucharada y media de esencia de vainilla. Dejamos enfriar colocando el
recipiente dentro de otro más grande con hielo para acelerar el enfriamiento.
Montamos la nata y cuando la mezcla anterior esté fría la juntamos y
batimos con las varillas redondas hasta que quede homogénea. Colocamos en un
recipiente con tapa y metemos al congelador. Cuando lleve unas 2 horas, batimos
la mezcla para romper los cristales de hielo y que nos quede un helado cremoso.
Esta operación la repetiremos 2 o 3 veces.
Ponemos
el agua y el azúcar en una cazuelita y lo tendremos hirviendo unos 10 minutos
para formar un almíbar. Una vez hecho, retiramos la cazuela dl fuego y cuando
temple un poco le añadimos el zumo y la ralladura de limón. Volvemos a poner al
fuego y cuando empiece a hervir lo retiramos. Agregamos la leche y mezclamos bien.
Dejamos que enfríe en la nevera y a continuación lo metemos al congelador.
Cuando empiece a congelarse lo sacamos y lo batimos con la batidora. Le
agregamos las claras montadas y mezclamos con movimientos envolventes. Volvemos
a meter al congelador. Pasada otra hora, sacamos y volvemos a batir. Esta
operación la haremos 3 o 4 veces.
En un recipiente colocamos la mermelada y el yogur. Mezclamos.
Colocamos la nata en un recipiente y la montamos. Añadimos la nata al recipiente de la
mermelada y mezclamos con movimientos envolventes. Tapamos y metemos al
congelador 2 horas. Transcurrido ese tiempo sacamos el helado y lo batimos muy
bien con la batidora. Volvemos a introducirlo al congelador y pasada 1 hora
volvemos a sacarlo y batirlo. Nuevamente repetiremos otra vez el proceso, de
manera que lo habremos batido 3 veces.
Por último dejamos el helado en el congelador hasta que vayamos a
degustarlo.
Colocamos las 2 yemas junto con el azúcar en un recipiente y
batimos hasta blanquearlas. Reservamos.
En una cazuela ponemos la leche a calentar y una vez caliente,
retiramos y disolvemos el chocolate troceado en ella hasta que quede una crema.
Volvemos la cazuelita al fuego y le agregamos las yemas con el azúcar que
habíamos reservado. Removemos bien y dejamos unos 5 minutos a fuego suave, pero
que no hierva en ningún momento. Retiramos y dejamos enfriar colocando el
recipiente dentro de otro más grande con hielo para acelerar el enfriamiento.
Montamos la nata y cuando la mezcla de chocolate está fría, la
incorporamos a la nata montada y mezclamos bien para que quede homogénea.
Colocamos en un recipiente con tapa y metemos al congelador. Cuando lleve unas
2 horas, batimos la mezcla para romper los cristales de hielo y que nos quede
un helado cremoso. Esta operación la repetiremos 2 o 3 veces.