Extendemos
3 hojas de pasta filo y las cortamos por la mitad. Luego, cada mitad en tres
trozos, de manera que nos quedan en total 18 láminas. Pincelamos con
mantequilla derretida cada trocito y los colocamos de uno en uno en el hueco de
un molde de magdalenas de manera que en cada hueco pongamos 3 hojitas. Introducimos
en el horno a media altura a 190 grados unos 10 minutos.
Sacamos
y dejamos enfriar. Desmoldados y rellenamos con gambas y gulas al ajillo que
habremos hecho poniendo un poco de aceite en una sartén junto con dos o tres
ajos laminados y 2 cayenas. Cuando veamos que el ajo toma un poco de color,
añadimos las gambas peladas y tras unos segundos, incorporamos las gulas.
Removemos suavemente espolvoreando un poquitín de sal y rellenamos con ello las
tartaletas. Por último, colocamos encima de cada una una rosita de pimiento de
piquillo confitado.
En
una cazuela ponemos la leche, la mitad del azúcar, la rama de canela y la piel
de limón. Llevamos a ebullición y retiramos. Agregamos el turrón troceado y
removemos para disolverlo. Podemos ayudarnos de la batidora para que quede más
fina la crema. Reservamos y dejamos templar o enfriar.
En
un bol colocamos los huevos con el resto del azúcar y batimos un poco. Vertemos
la mezcla de leche y removemos continuamente para formar el flan de turrón.
Reservamos.
Colocamos
papel de horno en un molde y lo pincelamos un poco con mantequilla que habremos
derretido en el microondas hasta dejarla líquida.
Cogemos
una hoja de pasta filo y la pincelamos con la mantequilla. La plegamos en forma
de acordeón y la enrollamos para formar una flor que será el centro de la
tarta. Con las hojas siguientes haremos lo mismo pincelándolas con la
mantequilla y colocándolas alrededor de la flor central hasta llenar todo el
molde con las hojas.
Precalentamos
el horno a 200 grados e introducimos el molde a media altura bajando la
temperatura a 180 grados unos 20 minutos o bien hasta que las veamos doradas.
Sacamos
y vertemos por encima la crema de turrón. Llevamos de nuevo al horno unos 30
minutos o bien hasta que pinchemos con un palillo y salga seco. En esta ocasión
bajamos la altura en el horno para que no se quemen las hojitas por arriba y si
fuese necesario ponemos calor sólo por debajo.
Sacamos
del horno y dejamos enfriar completamente para desmoldar y que cuaje el flan
por completo.
Desmoldamos y espolvoreamos
por encima azúcar glas.
Extendemos uma
hoja de pasta filo y la pincelamos con mantequila derretida. Superponemos otra
hoja encima y la pintamos con mantequilla. Cortamos tiras de pasta de unos 4
cm.
En el extremos de
una tira colocamos un trozo de jamón york y encima media sabanita de queso
doblada. Comenzamos a hacer pliegues en forma triangular hasta llegar al
extremo de la pasta que pincelaremos un poco con mantequilla para que quede
pegado.
En otra de la
tiras ponemos bonito desmigado y pimiento rojo asado en tiras. Plegamos en
forma triangular igual que el anterior.
Una vez tengamos
todos los triángulos, los pincelamos con otro poco de mantequilla derretida y
los colocamos sobre papel de horno en una placa.
Precalentamos el
horno a 200 grados e introducimos la bandeja a media altura hasta que estén
bien dorados.
Extendemosdos hojas de
masa filo y las untamos con una brocha y mantequilla derretida. Las
superponemos. Hacemos cuadraditos con ellas del tamaño de una placa de canelón.
A continuación, cada dos cuadrados los volvemos a superponer con las esquinas
sin coincidir de manera que nos quede como una estrella. Colocamos la pasta en
forma de cestito dentro de un molde de madalenas muy impregnado de aceite o
mantequilla.
En una sartén ponemos aceite y freímos 1 puerro troceado. Una vez
frito añadimos el jamón ibérico troceado y lo salteamos un poco. Retiramos y
reservamos.
En otra sartén ponemos cebolla y puerro troceados y una vez fritos
le añadimos langostinos crudos troceados y palitos de cangrejo troceado.
Salteamos un poco y retiramos.
En un recipiente mezclamos dos huevos con leche evaporada, sal y
nuez moscada.
Llenamos cada cestito de masa filo con parte de los rellenos y
cubrimos con la crema sin que rebose.
Precalentamos el horno e introducimos los cestitos a 200 grados en
la segunda altura por abajo hasta que se doren (aprox. 15-20 minutos)
Ponemos
en un recipiente la harina, el agua tibia, la sal y el aceite y mezclamos.
Amasamos hasta conseguir que la masa esté lisa y homogénea. La tapamos con
papel film y la dejamos reposar media hora aprox.
Una
vez reposada, troceamos la masa en 6 porciones y formamos una bolita con cada una.
Las dejamos reposar tapadas con film 15 minutos.
Sobre
la encimera espolvoreamos harina de arroz y comenzamos a estirar una de las
bolitas con el rodillo. Cuando veamos que la tenemos del tamaño de un palmo, la
reservamos y la pincelamos para quitarle el exceso de harina de arroz y a
continuación la pincelamos con aceite de girasol. Cogemos otra bolita y hacemos
lo mismo, superponiéndola a la oblea anterior. Y lo mismo con una tercera
bolita.
Espolvoreamos
harina de arroz en la encimera y cogemos las tres obleas superpuestas con
aceiteentre ellas y las estiramos
juntas hasta conseguir una lámina finísima lo más estirada posible.
Intentaremos que quede casi transparente.
Una
vez transparente, si la vamos a usar inmediatamente, la dejamos secar 1 hora y
a continuación la pincelaremos con mantequilla derretida y procederemos a
rellenarla o hacer la elaboración prevista.
Si
queremos guardarla, la colocamos sobre una hoja de papel de hornear y la
envolvemos formando un rulo. Envolvemos en film y reservamos en la nevera o
congelamos.
Se hornea a unos 180-200 grados hasta verla
dorada.
Ponemos
en un recipiente todos los ingredientes y amasamos hasta formar una bola. A
continuación volcamos la bola sobre la encimera y seguimos trabajando la masa
golpeándola contra la encimera repetidas veces. Con ellos intentamos que la
masa quede más elástica. Cuando veamos que la tenemos fina y elástica, la
tapamos con un film, previamente pincelada con aceite y la dejamos reposar unos
30-45 minutos.
Una
vez reposada, troceamos la masa en 4 porciones y formamos un cilindro con cada
una. A su vez, cada cilindro lo partimos en cinco trozos. Sobre la encimera
espolvoreamos abundante maicena y comenzamos a estirar la masa con el rodillo.
Cuando veamos que la tenemos del tamaño de un palmo, la reservamos y estiramos
las otras cuatro. A continuación, juntamos las cinco obleas bien impregnadas en
maicena y las estiramos todas juntas hasta conseguir que queden finísimas, casi
transparentes. Haremos lo mismo con los otros 3 cilindros.
Una
vez transparente, si la vamos a usar inmediatamente, la dejamos secar 1 hora y
a continuación la pincelaremos con mantequilla derretida y procederemos a
rellenarla o hacer la elaboración prevista.
Si
queremos guardarla, la espolvoreamos bien de maicena por los dos lados y la
plegaremos envuelta en papel de horno y a
continuación en papel film. En la nevera se nos guardará 2 o 3 días y en
el congelador, hasta que vayamos a utilizarla, en cuyo caso, la sacaremos unas
horas antes para descongelarla y pintarla con la mantequilla derretida.
Se hornea a unos 180-200
grados hasta verla dorada.
Hoy os traigo unos saquitos de pasta filo rellenos con setas y langostinos y otros con morcilla y manzana.
Es una delicia degustarlos ya que la masa filo al hornearla queda super crujiente y contrasta con la suavidad del relleno. Además, tienen la ventaja de poder prepararlos con antelación y congelarlos. De este modo tenemos trabajo adelantado y el día que los necesitemos sólo tendremos que descongelarlos y hornearlos.
INGREDIENTES:
Masa filo
Mantequilla
Relleno:
Langostinos
Surtido de setas
Puerro
Cebolla
Sal
Harina
Aceite
Leche
Nuez moscada
Morcilla
Manzana
PREPARACION:
De morcilla y manzana:
Le quitamos la piel a la morcilla y la chafamos con un
tenedor.
Pelamos la manzana y la cortamos en daditos pequeños.
En una sartén ponemos un poco de mantequilla y aceite y
salteamos la manzana hasta que esté blandita. Añadimos la morcilla y continuamos
friendo hasta que esté hecha. Retiramos a un plato y dejamos enfriar.
De setas y langostinos:
Troceamos media cebolla y la parte blanca de un puerro. Las
ponemos en una sartén a freirá con aceite y salamos. Cuando estén casi fritas
incorporamos las setas limpias y troceadas y dejamos que se frían bien.
Pelamos los langostinos, les quitamos el intestino y los
troceamos. Los agregamos a la sartén con las setas y dejamos que se frían.
Añadimos una cucharada de harina y la rehogamos. Vertemos un poco de leche para
formar una crema espesita que una todos los ingredientes. Espolvoreamos nuez
moscada. Probamos de sal y retiramos. Dejamos enfriar.
Para preparar los saquitos cogemos una hoja de masa filo y
la pincelamos con mantequilla completamente derretida. A continuación
superponemos otra hoja filo y nuevamente la pincelamos con la mantequilla.
Cortamos las hojas por la mitad a lo largo y en tres partes a lo ancho, de
manera que nos salgan 6 cuadrados.
En el centro de cada cuadrado ponemos una cucharadita de
relleno y vamos juntando las esquinas del cuadrado para formar un paquetito o
saquito. Ayudándonos de tiritas finas de puerro, anudamos para que quede el
saquito cerrado. Volvemos a pincelar el exterior del saquito con mantequilla y
dejamos sobre una placa de horno con papel antiadherente.
Precalentamos el horno a 200 grados e introducimos la placa
a media altura unos 10 minutos o bien hasta que estén dorados.
Si los horneamos con aire lo pondremos a 170 grados.
Desalamoslasmigas de bacalao y las desmigamos completamente quitándoles las espinas o
pieles que pudieran tener. Las ponemos
en un cacito con agua fría y esperamos a que comience a hervir. Retiramos el
cazo del fuego y dejamos las migas dentro unos minutos. Escurrimos.
En una sartén
ponemos todo el aceite y confitamos a fuego suave varios dientes de ajo.
Retiramos y reservamos.
Escurrimos ese aceite a un recipiente
manteniéndolo caliente. Calentamos igualmente la leche y reservamos.
En el micro cocemos una patatita que habremos
pelado, troceado y puesto en un recipiente con un poco de sal y de agua.
Tapamos con film y la cocinamos unos 3-4 minutos en el micro. Sacamos, pelamos
y chafamos.
En un recipiente ponemos las migas, varios
dientes de ajo confitados y la patata
cocida. Chafamos bien y le vamos añadiendo
chorraditas de aceite y leche y batimos con la batidora para formar una pasta.
Realizaremos esta operación hasta terminar el aceite y la leche. Probaremos
de sal y reservamos.
Extendemos una lámina de pasta filo y la untamos
con aceite. Colocamos sobre ella otra lámina y la volvemos a pintar con aceite.
Con un cortapasta de 7 cm. de diámetro cortamos círculos.
Sobre cada círculo ponemos una pequeña cantidad
de brandad y cerramos los bordes formando una especie de hélice. Guardamos en
un taper hermético hasta hornearlas.
Calentamos el horno a 190 grados e introducimos
la bandeja con las hélices en la mitad de altura unos 7 minutos o bien hasta
que veamos que están doradas.
Servimos calentitas. También podemos acompañarlas
con cebolla caramelizada o mermelada de piquillos.
PASTEL
DE MEMBRILLO Y QUESO Y DE MANZANA CON PASTA FILO
INGREDIENTES:
Pasta filo
Membrillo
Queso
Mantequilla
Manzanas
Piñones
Canela
Azúcar
Azúcar glas
PREPARACION:
Extendemos la pasta filo y la pincelamos con mantequilla
derretida. Colocamos otra lámina encima y la volvemos a pintar con mantequilla.
La cortamos según el tamaño que necesitemos y colocamos encima un trozo de
membrillo y otro de queso. Cerramos formando un
paquetito y pincelamos con mantequilla derretida.
Por otro lado, extendemos igualmente dos láminas de pasta
filo pinceladas con mantequilla y colocamos encima manzana pelada y cortada a láminas
junto con canela en polvo, azúcar y piñones. Cerramos formando un paquetito y
pincelamos con mantequilla derretida. Colocamos los pasteles encima de una
placa de horno con papel vegetal e introducimos en el horno precalentado a unos
180-200 grados hasta verla dorada. Una vez sacados del horno los espolvoreamos
con azúcar glas.