Pelamos la morcilla y la
deshacemos en un plato con un tenedor. Ponemos una gotita de aceite en una
sartén y añadimos la morcilla. La freímos y reservamos.
Pelamos el kaki y la pera y
los troceamos.
Troceamos el queso y
reservamos.
Extenedemos una hoja de
pasta filo y la pincelamos con aceite de girasol. Superponemos encima otra hoja
de pasta filo y la pincelamos igualmente. Dividimos en cuatro tiras a lo largo.
En cada tira ponemos una
cucharita de morcilla, un trocito de fruta y dos trocitos de queso.
Iremos haciendo pliegues en
forma triangular hasta formar un triángulo que cerraremos lo mejor posible.
Pincelamos por el exterior cada triángulo con aceite y reservamos tapados.
Colocamos una placa de
hornear con papel de horno y ponemos encima los briouats.
Introcudimos en el horno a
media altura, precalentado a 210 grados hasta que los veamos dorados. Unos 15
minutos aproximadamente.
Salpimentamos
los medalloncitos de solomillo. En una sartén ponemos un poquitín de aceite y
doramos los filetes de solomillo a fuego fuerte para que se doren sólo por el exterior. Reservamos.
En
ese aceite ponemos un poco de coñac para desglasar los jugos que hayan quedado
pegados y agregamos también la nata, el queso y dejamos deshacer y reducir a
fuego bajo. Si es preciso añadimos un poco de sal. Incorporamos los
solomillos y dejamos que se caliente todo junto unos minutos a fuego bajo.
Lavamos las patatas y las ponemos a cocer cubiertas de agua fría
con un poco de sal. Pasados 30 minutos las tendremos cocidas. Las sacamos y las
escurrimos. Dejamos enfriar.
Una vez frías, las pelamos y las chafamos. Espolvoreamos sal y
añadimos el huevo, el pan rallado, el jamón york cortado en cuadraditos, los
quesos y mezclamos. Probamos de sal.
La cebolla la cortamos en cuadraditos y la escaldamos unos
segundos en agua hirviendo. La sacamos y dejamos enfriar.
Incorporamos la cebolla a la mezcla de patata y vamos cogiendo
porciones de masa formando una bola.
Cuando hayamos formado todas las bolas, les vamos dando la forma
de tortita. Si se nos pegasen un poco, nos untaremos las manos con un poquito
de aceite.
Una vez formadas las tortitas, las pasamos por harina y las
freímos en una sartén con aceite caliente. Cuando se doren por un lado les
daremos la vuelta y las doraremos por el otro. Retiramos a una fuente con papel
absorbente.
Acompañamos con salsa rosa, ensalada o lo que más nos guste.
Extendemos uma
hoja de pasta filo y la pincelamos con mantequila derretida. Superponemos otra
hoja encima y la pintamos con mantequilla. Cortamos tiras de pasta de unos 4
cm.
En el extremos de
una tira colocamos un trozo de jamón york y encima media sabanita de queso
doblada. Comenzamos a hacer pliegues en forma triangular hasta llegar al
extremo de la pasta que pincelaremos un poco con mantequilla para que quede
pegado.
En otra de la
tiras ponemos bonito desmigado y pimiento rojo asado en tiras. Plegamos en
forma triangular igual que el anterior.
Una vez tengamos
todos los triángulos, los pincelamos con otro poco de mantequilla derretida y
los colocamos sobre papel de horno en una placa.
Precalentamos el
horno a 200 grados e introducimos la bandeja a media altura hasta que estén
bien dorados.
Trituramos
las galletas hasta convertirlas en polvo y las mezclamos con la mantequilla
derretida o blandita. Rellenamos con la mezcla los moldes de magdalenas y
cubrimos su base presionando bien con una cucharita. Dejamos 15 minutos en la
nevera.
Mientras
tanto hacemos la crema de queso. En un bol ponemos el queso crema y batimos a
velocidad media. Le añadimos el azúcar y batimos. Añadimos el limón y la
vainilla y continuamos batiendo. Incorporamos el huevo. Batimos y por último
añadimos la nata y la harina. Batimos suavemente.
Sacamos
los moldes de la nevera y los llenamos con la crema de queso. En mi caso me han
salido 9 cheese cakes.
Precalentamos
el horno a 170 grados e introducimos las bandejas a media altura 25 minutos.
Sacamos
el horno y dejamos enfriar para desmoldar. Decoramos cubriendo la superficie
con mermelada de arándonos o frambuesa.
Para hacer el relleno, en una cazuela con un poco de
agua y sal cocemos 3 minutos las espinacas. Las retiramos y las escurrimos muy
bien.
Ponemos un poco aceite en una sartén y añadimos los
ajos picados. Rehogamos y añadimos la cebolla troceada. Salamos. Una vez frita
incorporamos las espinacas cocidas y refreímos todo junto. Dejamos templar para
mezclarlo con el requesón, el queso feta y la mozzarella. Rreservamos.
Para preparar la masa de los gözlemes, mezclamos el
agua tibia con la levadura y la cucharita de azúcar. Removemos y reservamos.
En un recipiente ponemos la harina, la cucharita de
sal, la cucharada de aceite, el yogur y agregamos la mezcla anterior de agua
con levadura y azúcar.
Mezclamos todos los ingredientes y amasamos hasta
obtener una masa que no se pegue y quede bien trabajada. Si queda demasiado
blanda añadiremos un poco más de harina.
Formamos una bola con la masa y la dejamos reposar
en un bol tapada con film hasta que fermente y doble el volumen. Podemos
introducirla en el horno a 30-35 grados para acelerar la fermentación.
Una vez ha doblado el volumen la volcamos en la
encimera espolvoreando harina para que no se pegue. Desgasificamos y partimos
en 4 o 5 porciones. Formamos una bola con cada porción y con el rodillo
estiramos cada una de ellas ayudándonos de un poco de harina, hasta obtener una
lámina lo más fina posible.
Colocamos en el centro de la lámina el relleno
formando un cuadrado. Cerramos la lámina de masa formando un paquetito
precintando los bordes para que quede hermético.
En una sartén antiadherente o en una plancha ponemos
un poquito de aceite y cuando esté caliente colocamos los paquetitos y dejamos
a un fuego medio hasta que se doren por un lado. Antes de darles la vuelta,
untamos con un pincel aceite por el lado sin cocinar y volteamos. Dejamos que
se dore y retiramos.
En un bol ponemos el queso. Le añadimos los
huevos y el azúcar y removemos con una cuchara. Incorporamos la nata y la
harina y continuamos removiendo para que se forme una crema. No hay que batir.
Colocamos papel de horno húmedo en un molde y
vertemos la mezcla en él.
Precalentamos el horno a 210 grados y metemos la
tarta a media altura unos 35-40 minutos.
Cuando la saquemos veremos que parece muy
blandita, pero en cuanto se enfría queda perfecta.
Pelamos las patatas y
las cortamos a medias lunas muy finitas. En una sartén ponemos abundante aceite
y cuando esté caliente introducimos las patatas y la cebolla cortada. Salamos y
freímos hasta que estén bien hechas. Escurrimos con la rasera y sacamos a un
plato.
En un bol batimos los huevos y añadimos sal. Mezclamos con
las patatas fritas y la cebolla.
En una sartén ponemos una cucharadita de café de aceite y
cuando esté caliente vertemos la mitad de la mezcla. A continuación colocamos
encima las láminas de queso y seguido, las de jamón de york y cubrimos con el
resto de la mezcla.
Dejamos que se haga por un lado. Luego le damos la vuelta a
la sartén ayudándonos de un vuelca tortillas. Volvemos a agregar una cucharadita de aceite a la sartén
y ponemos la tortilla por el lado que falta de hacer. Una vez cuajada al gusto
se saca a una fuente.
En un recipiente ponemos agua fría e
introducimos las 2 hojas de gelatina para hidratarlas.
Ponemos un brick de nata en un bol y la semi
montamos. Añadimos la cucharada de azúcar y terminamos de montar. Separamos en
un vasito una pequeña cantidad de mermelada y la calentamos en el micro. Una
vez caliente introducimos en ella las hojas de gelatina y removemos para
disolver. Dejamos que temple un poco y lo añadimos al resto de mermelada.
Mezclamos. Agregamos la mermelada a la nata montada y mezclamos con movimientos
envolventes. Ponemos un poquitín de colorante rojo para subir el color y
ayudándonos de una manga pastelera rellenamos los vasitos volcados para que nos
quede la mousse dividida diagonalmente en el vaso. Los colocamos en molde
rígido de magdalenas para que se mantengan volcados hasta que endurezca la
mousse en la nevera.
En otro bol ponemos el segundo brick de nata y
la semi montamos. Añadimos 2 cucharadas soperas de azúcar y el queso crema.
Terminamos de montar.
Sacamos los vasitos de la nevera ya cuajados y
con la manga pastelera vamos llenando con mousse de queso, la mitad de vasito
restante.
Introducimos a la nevera y decoramos con rejilla
de chocolate.
Pelamos las patatas y las lavamos. Las troceamos
y las colocamos en un recipiente con un poquito de sal y una chorradita pequeña
de agua. Tapamos bien con film e introducimos en el micro 9 minutos.
Comprobaremos que al pincharlas con un tenedor están cocidas.
Trituramos las patatas con un pasapurés y
dejamos que se temple.
Añadimos sal, nuez moscada, 1 huevo, 2 cucharada
de queso y la harina poco a poco. Amasamos hasta que se forme una masa que
apenas se pegue. Para ello espolvoreamos harina en la encimera. Dejamos reposar
unos minutos.
Sobre la encimera enharinada cogemos porciones
de la masa y formamos un churro. Cortamos pedacitos de2 cm aproximadamente y les
damos forma ovalada o redondita. Los dejamos en una superficie enharinada.
Una vez tenemos hechos todos, los cocemos en una
cazuela con abundante agua hirviendo con sal. Al principio se irán al fondo de
la cazuela, y cuando suban arriba y floten significará que ya están cocidos y
podemos sacarlos.
Los acompañaremos de la salsa que más nos guste
(pesto, boloñesa…)
En una sartén ponemos un poco aceite y freímos
media cebolla troceada. Espolvoreamos de sal y cuando esté frita añadimos el
tomate frito y el orégano. Probamos de sal y azúcar. Incorporamos los gnocchi a
la sartén con la salsa y calentamos todo junto.
Si queremos congelarlos los congelaremos antes
de cocerlos poniéndolos en una bandeja enharinada. Una vez congelados los
podremos meter en bolsitas de congelación y cuando queramos utilizarlos los
sacaremos y directamente los meteremos en el agua hirviendo, sin descongelar)
Para elaborar esta receta me he inspirado en una muy parecida que tiene Pilar, del blog "Y a la luna se le ve el ombligo". En mi caso he utilizado mermelada de pimientos del piquillo y queso de untar philadelphia y el resultado es para chuparse los dedos.
INGREDIENTES:
Gelatina de piquillos:
80 grs mermelada de pimientos de piquillo
50 ml agua
2 hojas gelatina
Gelatina de queso:
50 grs queso untar
90 ml leche
3 hojas gelatina
Galletitas saladas o tostadas
PREPARACION:
Ponemos la mermelada junto con el agua en un recipiente y lo
batimos bien. Llevamos al fuego para calentarlo y una vez caliente introducimos
las hojas de gelatina que habremos tenido hidratando en agua fría. Removemos y
ayudándonos de una cucharita rellenamos los huecos del molde de silicona hasta
la mitad. Introducimos a la nevera para que enfríe y endurezca.
Una vez duritos comenzamos con la gelatina de queso. Para
ello ponemos en un cazo la leche, el queso y cuando estén calientes agregamos
las 3 hojas de gelatina que habremos tenido hidratando en agua fría. Removemos y
con una cucharita rellenamos los huecos de los moldes hasta arriba.
Introducimos en la nevera para que solidifique.
Una vez duritos, presionemos por debajo de cada moldecito y
ayudándonos de un cuchillo despegamos los laterales para facilitar
desmoldarlos.
Podemos presentarlos encima de galletitas saladas o bien
tostaditas.
20 gramos de levadura fresca o 1 sobre de levadura de pan marca maicena
175 ml de agua
2 cucharaditas de sal
1 cucharadita de azúcar
1 cucharada aceite oliva
Relleno:
Salsa de tomate frito
Mozzarella
Cebolla
Alcaparras
Champiñones
Olivas negras
Orégano
Pimiento rojo
Pimiento verde
4 quesos
Espinacas frescas
PREPARACION:
Introducimos el agua en el microondas 20 segundos para templarla. Lo
sacamos y añadimos la levadura fresca. Deshacemos completamente.
En un bol ponemos la harina y hacemos un hueco en el centro.
Añadimos una pizca de azúcar y vamos vertiendo la mezcla anterior mezclando
poco a poco con toda la harina. La sal la pondremos alrededor del volcán de
harina.
Se mezclan muy bien todos los ingredientes hasta que la masa
obtenga una textura uniforme. Por último agregamos el aceite y seguimos
amasando hasta que quede incorporado y la masa esté fina y elástica. Luego la
dejamos reposar tapada con un film hasta que doble su volumen. (Aprox. 60
minutos, dependiendo del calor ambiental). Con esta masa nos saldrán dos
pizzas.
Una vez ha fermentado y doblado el volumen, extendemos la
masa sobre papel de horno y ayudándonos de las manos vamos formando la pizza
procurando dejar el borde un poco más
recio que el resto.
Para hacer el relleno, cortamos la cebolla y los pimientos
en tiras y las freímos con aceite y un poco de sal. Reservamos.
Limpiamos los champis y los cortamos a láminas. Los freímos
con un poco aceite y sal y los reservamos.
En la misma sartén, ponemos aceite y añadimos las hojas de
espinacas frescas con un poco de sal y dejaremos que se hagan hasta que estén
blanditas y cocinadas .Las escurrimos muy bien y las reservamos.
Primero ponemos una base de la pizza la salsa de tomate
casera y espolvoreamos orégano. Luego ponemos las espinacas en media pizza
junto con alcaparras, olivas, cebolla y pimientos fritos, mozzarella y 4
quesos.
En la otra mitad de la pizza pondremos el tomate, orégano,
champiñones, alcaparras, olivas, mozzarella, cebolla y pimientos fritos y 4
quesos.
Dejaremos unos 15 minutos fermentar la pizza y
precalentaremos el horno a 250 grados.
Introduciremos la pizza en la segunda altura por abajo unos
14 minutos.
Trituramos las galletas y las mezclamos con la
mantequilla a punto de pomada. Ayudándonos de una cuchara, cubrimos la base del
molde donde habremos puesto papel de horno. Presionamos bien con la cuchara
para que quede una base compacta. Introducimos al horno a 200 grs 5 minutos.
Sacamos y dejamos enfriar.
Para hacer la crema, se mezclan todos los ingredientes
muy bien en un recipiente y se baten hasta que no queden grumos. Vertemos esta
crema encima de la base de galleta e introducimos en el horno precalentado a
200 grados en la segunda altura por abajo, si bien bajaremos la temperatura a 190
al introducir el molde. Hornearemos durante 50 minutos aproximadamente,
dependiendo del horno. Pincharemos con
un palillo para comprobar que está cuajada la tarta. Al finalizar los 50
minutos dejaremos otros 10 minutos la tarta dentro del horno, sin abrir la puerta.
Una vez fría, desmoldamos y acompañamos de
mermelada de.