Lavamos muy bien las frambuesas y las colocamos
en una cazuela con el azúcar y el zumo de limón. Removemos y dejamos que hierva
unos 20-25 minutos.
A la media hora de cocinado, las trituramos con
la batidora. Cuando veamos que ha alcanzado el punto de hebra, las retiramos
del fuego.
Si queremos conservarlas durante un año o más,
introduciremos la mermelada en frascos limpios y herméticos y los coceremos
durante 30 minutos cubiertos de agua.
Se pone el medio litro de leche a hervir con el azúcar, la
cáscara del limón y la rama de canela. Los
otros 200 ml de leche fría, se bate junto con la maicena, una cucharita de
vainilla y las 3 yemas de huevo todo en frío.
Una vez diluidos los ingredientes los añadimos a la leche caliente y lo seguimos
removiendo sin parar hasta que veamos que ha espesado la mezcla y cuesta moverla.
Se retira del fuego y se sigue dando vueltas otro minuto más.
Se coge una fuente de cristal y se remoja con agua fría para
que al echar la crema no se quede pegada o bien se unta con un poquitín de
mantequilla.
La metemos a la nevera unas horas. Cuando la crema esté fría
y solidificada se corta en trozos y se reboza en harina y huevo para freírlo
posteriormente. Una vez fritos los trozos se rebozan con azúcar y canela en polvo.
Parece increíble cómo unos simples pimientos del piquillo pueden dar como resultado una mermelada tan exquisita. Yo, normalmente suelo preparar aperitivos de queso con mermelada de piquillos encima y saben a gloria. Quienes no hayáis probado nunca esta mermelada, os animo a degustarla y estoy segura que no os defraudará porque está para chuparse los dedos.
INGREDIENTES:
800 gramos Pimientos del piquillo o pimientos rojos
500 gramos de azúcar
Zumo de medio limón
PREPARACION:
Ponemos en una cazuela los pimientos de piquillo escurridos
y los batimos. Les agregamos el azúcar y zumo de limón. Mezclamos y dejamos
cocer unos 40 minutos.
Para hacer la conserva,
introducimos la mermelada en botes de cristal muy limpios y una vez llenos los
cerramos muy bien. Colocamos los frascos en una cazuela grande cubiertos de
agua y cuando empiece a hervir los tendremos 30 minutos. Una vez transcurrido
el tiempo, los dejamos enfriar y los guardamos.
Después de haber probado distinta recetas de elaboración de churros sin obtener ningún resultado favorable, por fin, y de casualidad, encontré la receta perfecta. El sabor y la textura, excatamente igual a la de los churros que compramos en las churrerías de toda la vida.
En anteriores ocasiones, la forma de los churros era tal y como debían ser, pero el sabor no tenía nada que ver con el de los churros y la textura un verdadero palo. Ahora ya puedo disfrutar de los auténticos churros hechos en casa. Además, una vez dada la forma a los churros, podemos guardarlos en la nevera y freírlos al día siguiente sin que pierdan absolutamente ninguna propiedad.
Esta vez los he hecho ayudándome de una manga pastelera, pero si teneis churrera, el trabajo se simplifica.
INGREDIENTES:
300 ml agua mineral
250 grs harina de fuerza
Una cucharita de sal
1 cuchara de aceite oliva
100 ml agua extra
Azúcar para rebozar
Aceite de oliva para freír
(Una cucharita de vinagre opcional)
PREPARACION:
Ponemos en una cazuela el agua con la cucharada
de aceite y la sal. Cuando hierva añadimos la harina de golpe y removemos con
el fuego apagado hasta que se vaya separando de las paredes. Volcamos en la
encimera y amasamos con las manos con cuidado de no quemarnos. Dejamos reposar
la masa 30 minutos.
Transcurrido el tiempo, añadimos los 100 ml de
agua cucharada a cucharada hasta conseguir una masa densa como un puré espeso.
Llenamos la manga pastelera con boquilla de
estrella con la masa y sobre un papel de horno vamos formando los churros.
Calentamos mucho aceite en una sartén y cuando
esté bien caliente vamos friendo los churros de pocos en pocos y los doramos
por ambos lados. Los sacamos a un plato con papel absorbente y espolvoreamos
con azúcar.
En un recipiente ponemos los huevos y los batimos
bien hasta que espumen y queden blanquecinos. A continuación incorporamos el
azúcar y seguimos batiendo. Añadimos el aceite y seguimos batiendo. Añadimos el
yogur, la ralladura de naranja y el zumo y batimos nuevamente. Por último
incorporamos la harina junto con la levadura tamizados y mezclamos con las
varillas a velocidad baja
Ponemos papel de horno en un molde de bizcocho y
untamos con un poco de mantequilla los laterales. Vertemos la mezcla.
Precalentamos el horno a 200 grados y cuando
metamos el bizcocho lo bajamos a 180 grados. Colocamos la fuente en la segunda
altura por abajo y lo dejaremos 45-50 minutos (molde redondo 22 cm.).
Retiramos del horno y dejamos enfriar para
desmoldarlo.
Molemos el azúcar de la masa junto con las almendras hasta que
queden pulverizados. Reservamos. Montamos a punto de nieve las claras de
huevo y las mezclamos con una espátula con la mezcla anterior.
Extendemos sobre papel de horno de manera que quede una capa fina
y horneamos a 180 grados de 10
a 12 minutos. Dejamos enfriar y cortamos en dos partes.
Por otro lado, batimos la leche, el azúcar, las yemas y la maizena. Ponemos
la mezcla en una cazuelita y la calentamos para que espese. Una vez haya
espesado, la retiramos e incorporamos las avellanas molidas y la mantequilla a
punto de pomada. Mezclamos bien y dejamos enfriar.
Ponemos
la crema sobre una de las partes horneadas y la extendemos bien. Cubrimos con
la otra parte horneada y espolvoreamos con azúcar glass . Guardamos en la
nevera para que endurezca.
Avellanas Huevo para pincelar Ralladura de naranja Ralladura de limón Colocrante naranja
PREPARACION:
En
un recipiente mezclamos la almendra molida con el azúcar y agregamos la patata
cocida y chafada (la podemos hacer en el microondas envuelta en papel film en 4
minutos). Mezclamos bien e incorporamos 2 huevos. Amasamos bien con la
mano hasta formar una pasta homogénea. Colocamos la masa sobre un papel film y
la metemos a la nevera hasta el día siguiente.
Sacamos
la masa y la repartimos en bloquecitos para hacer bolitas de distintos
sabores.
Una vez hacemos bolitas, las
rebozamos en piñones que habremos revuelto con huevo batido. Apretamos bien las
bolitas y vamos colocándolas en una placa de horno con papel para que no se
peguen.
Otras las rebozaremos en almendra troceadita, otras en coco rallado y
otra porción de masa la mezclaremos con cacao en polvo para darles sabor a
chocolate.
Podemos agregar ralladura de limón o naranja a parte de la masa para
aromatizarla. Otra porción de masa la
extenderemos sobre papel film formando una placa en el centro de la cual
pondremos una tira de carne de membrillo. Ayudándonos del film, enrollamos la
masa sobre el membrillo formando un cilindro. Cortamos a rodajitas y pintamos
con huevo.
Otras las decoramos con nueces, avellanas, almendra laminada,
guindas e incluso podemos mezclar parte de la masa con nescafé y amasar bien para formar panellets con forma
de grano de café
Precalentamos el horno a
250 grados e introducimos los panellets unos 6 minutos hasta que se doren un
poco. No tienen que cocerse, sólo dorarse la película exterior, ya que si no,
se secarían.
Se ponen
todos los ingredientes en una sartén y se deja hervir dándole vueltas. Veremos
que sale como espuma. Pasados 10 minutos a fuego fuerte lo bajamos a fuego
medio y continuamos dándoles vueltas.
Cuando
empiecen a quedar como arenosas o secas, las retiramos del fuego un momento,
volviéndolas a poner para que se derrita el azúcar que había quedado como arena
y se impregnen las almendras de caramelo.
Se sacan sobre un mármol y se despegan unas de
otras.
El mismo proceso se puede hacer con avellanas,
nueces, etc.
Se
pela y se trocean los melocotones introduciéndolos en una cazuela con el azúcar
y las gotas de limón. Una vez que empiece a hervir lo dejamos aproximadamente 1
hora hasta que esté espesito o a punto de hebra. Lo introducimos en frascos de
cristal y los cerramos muy bien. Los metemos en una cazuela grande y los
cubrimos de agua por encima del tape dejándolos hervir media hora para su
conservación.
Esta receta proviene de la provincia de Soria y se trata de la receta tradicional que han hecho siempre mis antepasados. A mi me enseñó mi madre a hacerla y a ella mi abuela. La única variación que actuamente he realizado ha sido sustituir las gaseosas de papel por levadura química, el resto lo he mantenido intacto porque el resultado es espectacular.
INGREDIENTES:
4 huevos
4 cáscaras de
huevo llenas de aceite de oliva suave
4 cáscaras de huevo llenas de anís
8 cucharadas
soperas de azúcar
800 gramos de harina aproximadamente
2
sobres de levadura en polvo Aceite de oliva suave para freír Mezcla de azúcar y harina
PREPARACION:
En un recipiente poner los
huevos, el azúcar, el aceite, el anís y la levadura y batir muy bien con las
varillas redondas. Una vez que esté espumoso, ir echando poco a poco la harina
batiendo continuamente. Amasada toda la pasta, tapar con papel film y dejar
reposar media hora.
Transcurrido ese tiempo, poner tres cuartos de litro de aceite en
una cazuelita y una vez caliente, empezar a coger bolitas de masa e ir haciendo los rosquillos e introducirlos
en el aceite para que se frían. Para facilitarnos el trabajo, podemos untarnos
las manos de harina para que no se nos pegue la masa en ellas. Cuando los
rosquillos se doren por un lado, darles la vuelta y una vez fritos sacarlos con
cuidado a un papel absorbente. Seguido los pasaremos a un plato con azúcar y un
poco de harina y los embadurnaremos con esta mezcla. Ir dejándolos a
continuación en recipientes y cubrirlos momentáneamente con una hoja de
periódico para que se recuezan.
Fotos de las elaboraciones de María Teresa Ruz y Sandra y Adrián.
En un recipiente ponemos el coco, el azúcar y mezclamos.
Vamos añadiendo las yemas una a una y amasando con la mano para mezclar bien.
Por último añadimos el huevo entero y las gotas de vainilla. Una vez hecha una
masa espesa, pero homogénea, vamos haciendo bolitas con forma de pirámide y las
colocamos en moldes de magdalenas.
Precalentamos el horno a 210 grados e introducimos la
bandeja con los coquitos en la segunda altura por arriba y los dejaremos unos 12
minutos, hasta que se doren. Cuidado que se hacen muy rápido.
Pizca de sal Media cucharita de levadura química royal
Aceite girasol
PREPARACION:
En un recipiente ponemos la harina, la levadura, la mantequilla, la
leche, el anís, el huevo, el azúcar, la pizca de sal, la ralladura de naranja y
limón y mezclamos bien amasando con las manos hasta conseguir una bola de masa
bien trabajada que no se nos pegue en la mesa de trabajo. Envolvemos la bola de
masa en papel film y dejamos reposar 1 hora.
Transcurrido el tiempo de reposo, untamos con un poquito
aceite la encimera y cortamos porciones de masa del tamaño de una nuez
aproximadamente. Estiramos con el rodillo hasta conseguir que quede muy fina
dándole la forma alargada.
Ponemos abundante aceite a calentar en una sartén y freímos
las láminas estiradas de masa dorándolas por ambos lados y haciéndoles una
pequeña doblez en uno de los lados para simular la forma de una oreja. Las
sacamos a un plato con papel absorbente y las espolvoreamos con azúcar y
canela.
BRAZO
DE GITANO DE CREMA DE LIMON Y GLASEADO ESPEJO
INGREDIENTES:
Crema de limón:
3 huevos
200 grs. azúcar
55 gramos mantequilla
2 limones en zumo
Ralladura de 1 limón
Bizcocho:
4 huevos medianos o 3 grandes
100 gramos de azúcar
100 gramos de harina repostería
1cucharilla de levadura royal
Glaseado de chocolate espejo:
145 ml agua
135 ml nata de montar
180 grs. Azúcar
60 grs. Cacao puro en polvo
4 hojas de gelatina
PREPARACION:
Para preparar el bizcocho, se
baten a punto de nieve las claras y se les añade la mitad del azúcar cuando
estén casi totalmente montadas. Las yemas se baten con el resto del azúcar y se
añaden a las claras montadas removiendo todo bien con movimientos envolventes.
Se añade la harina mezclada con la levadura tamizadas y se mezcla despacio con
una cuchara de madera con movimientos envolventes.
En la placa del horno ponemos papel vegetal y
encima se extiende la masa uniformemente
con un espesor de 1 centímetro aproximadamente.
Precalentamos el horno y metemos la placa de horno en la segunda
altura del horno por arriba. La temperatura será de 180 grados y la duración
unos 13minutos.
Se saca y se desmolda con cuidado sobre un paño
quitándole el papel. Se enrolla el paño con el bizcocho dentro teniendo mucho
cuidado de no romperla y se mantiene para darle forma. Se retira el paño y se
rellena con la crema una vez esté bien fría.
Para hacer la crema de limón, ponemos un
recipiente con agua al fuego y dentro de él otro más pequeño para hacerlo al
baño maría. Introducimos en el pequeño el azúcar, el zumo de los limones y la
ralladura y la mantequilla. Una vez todo bien disuelto, agregamos los huevos
batidos y sin dejar de dar vueltas, removemos continuamente hasta que espese la
crema. Tardará unos 15 minutos en espesar. Una vez espesa retiramos y colocamos
en otro recipiente para qué se enfríe tapada con film a piel.
Para hacer el glaseado espejo ponemos en una
cazuela al fuego el agua y el azúcar y dejamos que hierva fuerte 1 minuto.
Retiramos y agregamos la nata. Removemos e incorporamos el cacao. Volvemos la
cazuela al fuego y sin parar de remover esperamos a que salgan burbujas grandes
en la crema de chocolate. Retiramos
Hidratamos en agua fría las hojas de gelatina y
las añadimos escurrida a nuestra crema. Colamos la crema a través de un
colador. Removemos muy bien y dejamos templar el chocolate hasta que tenga una
consistencia un poco densa. Vertemos la crema de chocolate sobre el brazo de
gitano que habremos puesto sobre una rejilla encima de una fuente. Lo cubrimos
muy bien por todo y dejamos enfriar en la nevera.