Se
limpian las alcachofas quitándoles las hojas exteriores hasta que aparezcan
hojas amarilla. Les cortamos la parte del morrito y pelamos el tronco. Cortamos
cada una por la mitad y a su vez, cada mitad en tres trocitos. Las dejamos en
gua fría con limón para que no se oxiden.
Las
secamos con papel absorbente y las freímos en abundante aceite bien caliente
hasta dorarlas y que queden crujientes.
Las
sacamos a un plato con papel absorbente y las salamos.
Las
presentamos en un plato y las acompañamos con la mayonesa de miel y mostaza.
Picamos
muy pequeñito el pimiento verde, el pimiento rojo y la cebolla.
Añadimos
los frutos secos troceaditos y el huevo cocido también picado.
Y los aliñamos con sal, aceite, vinagre al
gusto y una chorrada de mostaza. Removemos bien y con una cuchara vamos
cubriendo los espárragos que habremos colocado en una fuente, con la vinagreta. Decoramos con olivas negras
y pimienta molida.
Ponemos
los corn flakes en una bolsa y los troceamos de manera que queden los trozos un
poquito grandes. Reservamos
En
un bol ponemos la carne picada, sal, cebolla molida, queso crema, la miga de
pan que habremos tenido remojando en leche y que luego hemos escurrido y
pimienta molida. Mezclamos todo muy bien. Dejamos reposar la masa 15 minutos en
la nevera.
Nos
untamos un poquito las manos con aceite y vamos cogiendo porciones de masa del
tamaño de una nuez y las pasamos por harina. Les damos forma triangular y las
dejamos en una fuente con papel de horno.
Rectificamos
la forma de los nuggets ayudándonos de una rasqueta de manera que los contornos
queden más rectos.
Los
pasamos por huevo batido y los rebozamos en los corn flakes que hemos triturado.
Ponemos
aceite en una sartén y cuando esté caliente añadimos los nuggets y los doramos
a fuego medio por los dos lados. El fuego lo pondremos en el numero 6 de un
total de 9 que tiene mi cocina.
Los
sacamos a un plato con papel absorbente.
Los
servimos acompañados de kétchup, mayonesa…o lo que nos guste.
1
brick de nata de cocinar
de 200 ml (mejor 300 ml)
100 gramos de quesomozzarella
100
grs. queso cheddar
100
grs jamón york
1 puerro
1 cebolla grande
Sal
Nuez moscada
Pimienta molida
Aceite
150 grs. bacon ahumado
3 huevos
Cebollino
picado para decorar
PREPARACION:
Masa quebrada:
En
un recipiente ponemos la harina, la mantequilla y la sal. Amasamos lo justo hasta
formar una masa arenosa. Incorporamos el huevo y 1 cucharada de agua fría y
compactamos la masa sin amasar. Formamos una bola lisa que taparemos con un
papel film y dejaremos 30 min. en la nevera.
La
sacamos y la estiramos con un rodillo sobre papel de horno.
Volcamos
el papel de horno con la masa sobre el molde del quiché enmantequillado y lo
vamos ajustando al mismo teniendo en cuenta que ha de subir por las paredes.
Toda aquella masa que sobresalga la cortaremos a ras del borde del molde con
ayuda de un cuchillo o del rodillo. Pinchamos con un tenedor la superficie de
la masa y volvemos a meterla 30 min. a la nevera.
La
sacamos y ponemos un trozo de papel de horno encima de
la masa y sobre él colocamos un platoo
bien legumbre para que haga peso y no permita subir a la masa. Introducimos al
horno precalentado, 15 minutos a 200 grados. La sacamos y retiramos el peso y
el papel que habíamos colocado. Volvemos a hornearla 15 minutos a 180 grados
hasta que veamos que está doradita. Reservamos.
Relleno:
Batimos 3 huevos con un brick de nata, sal, pimienta molida y nuez
moscada. Reservamos.
En una sartén freímos el puerro troceado junto con la cebolla.
Salamos. Cuando estén fritos retiramos. En la misma sartén sin añadir nada de
aceite, doramos el bacon ahumado troceado hasta dorarlo. Retiramos y
reservamos.
Sobre la masa quebrada ponemos la cebolla y el puerro, seguido del
bacon y el jamón york troceado. Añadimos los quesos y vertemos la mezcla de
nata y huevos.
Introducimos en el horno precalentado a 200 grados unos 20-25
minutos.
Para desmoldarlo nos ayudamos de un plato o un vuelcatortillas.
Lavamos los pimientos y los cortamos en tiras. Los pelamos y los colocamos en una cazuela con aceite caliente. Pondremos un fuego medio-alto y cuando lleven unos minutos les vamos dando vueltas. Cuando estén a medio hacer añadiremos la sal y cuando falten 5 minutos para estar hechos, añadiremos el perejil y el ajo picados. Dejaremos que se haga todo junto y sacaremos a una fuente. Verteremos una chorrada de vinagre y removeremos un poco para que se mezcle todo bien. Se deja enfriar.
Se pueden acompañar con escabeche por encima. También podemos cocinar los pimientos enteros en el microondas durante 15 min. y luego pelarlos. Los cortamos en tiras y los ponemos en la rustidera con aceite, sal, ajo y perejil. Los guisamos un poco y añadimos el vinagre.
Cortamos rebanadas de baguette y ponemos sobre ellas pimientos y encima bonito o anchoas. Lo mismo haremos si utilizamos tartaletas.
Se mezclan en primer lugar los ingredientes secos, se le añade la mantequilla troceada y el huevo y se trabaja con las manos sin amasar, simplemente integrando la mantequilla con la yema de los dedos. Ha de quedar como una arena. Le añadimos 1 cucharada agua fría. En cuanto podamos hacer una bola se reposa en la nevera durante media hora tapada con film.
Pasado ese tiempo se saca la masa del frigo, se estira con el rodillo, a ser posible entre dos papeles de horno y se coloca en los moldes sin engrasar, pues la masa lleva suficiente mantequilla.
Una vez que la masa está en el molde bien ajustada, se recortan los bordes que sobresalen, se pincha la base de la masa con un tenedor, se rellena de legumbres (garbanzos) o bien ponemos encima una bandeja de metal. Se hornea a 180-200 grados durante 15 minutos, se retiran los garbanzos y se hornea 15 minutos más. Cuando la veamos doradita, la sacamos y ya podemos rellenarla con lo que más nos guste.
Cocemos las patatas enteras con piel en la olla cubiertas de agua
con sal, durante 9 minutos. Sacamos, dejamos enfriar un poco y las pelamos.
Las colocamos en un bol y las trituramos completamente con un
tenedor. Les añadimos la maicena, la leche, la pimienta molida, el huevo, el
queso rallado y sal. Mezclamos muy bien e introducimos la mezcla en una manga
pastelera sin boquilla.
Ponemos aceite a calentar y cuando esté bien caliente vamos
haciendo espirales con la manga pastelera y las dejaremos que se doren por un
lado para darles luego la vuelta y que se doren por el otro.
Las retiramos a un plato con papel absorbente y presentamos.
Limpiamos la sepia y la cortamos en trozos al
gusto.
La
secamos muy bien con papel absorbente.
Ponemos
la plancha al fuego sin añadirle nada y cuando esté humeando agregamos la sepia
y le damos unas vueltas durante 1 minuto y medio o 2.
Cuando
se haya evaporado todo el agua que suelta, la retiramos a un plato y limpiamos
la plancha. Volvemos a ponerla al fuego, esta vez con un chorrito de aceite y
cuando esté muy caliente incorporamos nuevamente la sepia y la doramos durante
otros 2 minutos. Cuando vayamos a retirarla, le agregamos una picada de ajo,
perejil, aceite y sal.
Introducimos
la leche en el microondas 30 segundos
para templarla. Le añadimos el azúcar y la levadura. Removemos y reservamos.
En
un bol ponemos la harina y añadimos la sal y el aceite. Añadimos la mezcla de
leche y vamos mezclando muy bien todos los ingredientes hasta que la masa
obtenga una textura uniforme. Luego la dejamos reposar tapada con un film hasta
que doble su volumen. Aprox. 30 minutos.
Una
vez ha doblado el volumen, la volcamos sobre la encimera enharinada y
desgasificamos la masa.
Ayudándonos
del rodillo vamos extendiendo la masa procurando dejarla de un grosor de medio
centímetro o un poco menos. Con un corta pastas redondo vamos cortando círculos
en la masa. Los colocamos sobre papel de horno y los pinchamos con un tenedor
para evitar que la masa suba mucho.
Colocamos
una sartén grande antiadherente al fuego y la pincelamos con una gotita de
aceite. El fuego ha de ser bajo-medio, es decir un 4 o 5 de un total de 9.
Colocamos
4 circulos de masita y los dejamos unos 3 minutos por un lado, hasta que veamos
que cogen un poco de color dorado.
A
continuación damos la vuelta a los círculos y encima de ellos ponemos una
cucharada de tomate frito, cebolla y pimiento verde y rojo fritos, orégano,
unas anchoas troceadas, unas alcaparras y mozzarella. Otras las haremos con
todo igual pero sustituyendo las anchoas por sobrasada o por bonito o jamón
york. Colocamos una tapa a la sartén y dejaremos que se cocinen las mini pizzas
unos 8 o 10 minutos. La mozzarella se tiene que derretir y antes de sacarlas,
les colocamos en el centro de cada una, una oliva negra. Las sacamos y haremos
lo mismo con el resto de pizzas.
Lavamos las patatas y las ponemos a cocer cubiertas de agua fría
con un poco de sal. Pasados 30 minutos las tendremos cocidas. Las sacamos y las
escurrimos. Dejamos enfriar.
Una vez frías, las pelamos y las chafamos. Espolvoreamos sal y
añadimos el huevo, el pan rallado, el jamón york cortado en cuadraditos, los
quesos y mezclamos. Probamos de sal.
La cebolla la cortamos en cuadraditos y la escaldamos unos
segundos en agua hirviendo. La sacamos y dejamos enfriar.
Incorporamos la cebolla a la mezcla de patata y vamos cogiendo
porciones de masa formando una bola.
Cuando hayamos formado todas las bolas, les vamos dando la forma
de tortita. Si se nos pegasen un poco, nos untaremos las manos con un poquito
de aceite.
Una vez formadas las tortitas, las pasamos por harina y las
freímos en una sartén con aceite caliente. Cuando se doren por un lado les
daremos la vuelta y las doraremos por el otro. Retiramos a una fuente con papel
absorbente.
Acompañamos con salsa rosa, ensalada o lo que más nos guste.
Templamos
30 segundos la leche en el microondas y disolvemos en ella la levadura.
En
un bol ponemos la harina, la sal, el azúcar, el huevo, el aceite y la leche con
la levadura. Removemos y amasamos muy bien.
Formamos
una bola y la dejamos en un recipiente tapada con film hasta que doble su
volumen.
Una
vez ha fermentado, desgasificamos y cortamos la masa en 4 porciones.
Formamos
una bolita con cada una y las dejamos en una placa de horno con papel
antiadherente. Aplastamos con la palma de la mano las bolitas y tapamos con un
paño hasta que doblen el volumen.
Una
vez ha fermentado, pincelamos con un poco de agua cada bolita y espolvoreamos
sésamo por encima.
Introducimos
en el horno precalentado a 200 grados, a mitad de altura unos 16 minutos.
En una sartén con aceite freímos la cebolla y el pimiento verde troceados. Sacamos a una fuente y mezclamos con el huevo cocido picado, el bonito, el pimiento rojo troceado y la salsa de tomate frito. Mezclamos bien.
En un paño limpio extendemos las obleas y vamos colocando en cada una de ella una cucharadita de relleno. Luego cerramos y presionamos con los dientes de un tenedor para sellar los bordes.
Colocamos las empanadillas en una fuente de horno con papel antiadherente y las pincelamos con huevo batido.
Introducimos la bandeja en el horno a 190 grados a media altura unos 15-20 minutos o bien hasta que las veamos doradas.
Se
limpian los champiñones y se les quita el tronco y se reserva.
Cortamos
finito el puerro, el ajo y los tronquitos de los champiñones y los ponemos a
freír en una sartén con un poquito de mantequilla y aceite. Salamos.
A
continuación agregamos el bacón troceado pequeñito y cuando esté todo frito,
añadimos un chorrito de vino oloroso o coñac y dejamos que se evapore el
alcohol. A continuación añadimos leche evaporada y queso rallado grana padano.
Probamos de sal y dejamos que reduzca la leche evaporada para que forme una
pasta densa.
Retiramos
del fuego y reservamos.
En
una cazuela baja que podamos meter al horno, ponemos un chorrito pequeño de
aceite. Colocamos los champiñones con la abertura hacia arriba y les ponemos un
poquito de sal. Espolvoreamos pimienta molida y dejamos que se cocinen 2
minutos con tapa. Les damos la vuelta y dejamos otros dos minutos con tapa.
Retiramos
del fuego la cazuela y rellenamos los champiñones generosamente. Colocamos
encima de cada uno un poco de queso rallado o mozzarella y gratinamos a 250 grados
5 minutos con calor sólo por arriba.